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El tráfico pesado se ha convertido en un reto para la convivencia y el desarrollo en El Salvador

Actualizado: 29 mar 2023

Enrique Merlos

Especialista en Desarrollo Territorial


Foto: René Estrada – www.elsalvador.com en https://bit.ly/3ZshczU

Fotografía: René Estrada – www.elsalvador.com en https://bit.ly/3ZshczU


El tráfico se ha vuelto un problema común en muchas ciudades alrededor del mundo, y El Salvador no es una excepción. El tráfico vehicular en las principales ciudades del país como el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS), Santa Ana y San Miguel; ya no es sólo un tema de horas pico, sino que se ha vuelto parte de la normalidad de la población salvadoreña en este 2023, lo cual tiene un impacto significativo en la economía, el medio ambiente y la calidad de vida de las personas.


El Salvador ha experimentado un aumento desmedido del parque vehicular en los últimos años, debido al mal servicio del transporte público y el aumento de la población. Anualmente el parque vehicular en el país ha venido creciendo a una tasa anual de más del 8% en los últimos 8 años. Para febrero de 2023 SERTRACEN S.A de C.V. y el Viceministerio de Transporte (VMT) registraban un parque vehicular de 1,624,170 unidades en todo del país, de las cuales un 69.07% correspondía a vehículos y un 30.93% a motocicletas.



El incremento del parque vehicular ha traído consigo problemas significativos, como el aumento de la congestión del tráfico, la contaminación del aire y un mayor riesgo de accidentes automovilísticos. Para abordar estos problemas, es importante implementar políticas públicas que promuevan alternativas de transporte sostenible y reduzcan la dependencia del automóvil.


En términos económicos, el tráfico pesado es perjudicial para las empresas y la productividad del país. Las personas que llegan tarde al trabajo debido al tráfico pueden disminuir su rendimiento y comprometer su capacidad para cumplir con sus tareas, sobre todo cuando son sujetos de sanciones laborales por las llegadas tardías a causa del tráfico que es una variable difícil de controlar. Asimismo, las empresas que dependen de la entrega de productos y servicios también se ven afectadas, ya que el tráfico puede retrasar las entregas y aumentar los costos de transporte.


En el ámbito social, el tráfico tiene un impacto negativo en la calidad de vida de las personas. El tiempo que se pasa en el tráfico podría utilizarse para actividades más productivas o para pasar tiempo con la familia y amigos. Además, pasar mucho tiempo en el tráfico pesado aumenta la sensación de estrés y frustración entre las y los conductores, lo que lleva en algunos casos a comportamientos agresivos y peligrosos en las calles y las carreteras.



De acuerdo con datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, en el 2022 se registraron 17,408 accidentes de tránsito en todo el país, provocando 10,385 personas lesionadas; 1,352 personas fallecidas y 1,455 personas detenidas por conducción peligrosa. Esto significó un promedio de 48 accidentes al día, 48 personas lesionadas y 4 personas fallecidas. El 82.72% de estos accidentes ocurrieron por la distracción de los conductores, invasión de carril, no respetar las señales de tránsito, no guardar la distancia reglamentaria y la velocidad excesiva.


El impacto ambiental del tráfico también es preocupante. Los vehículos en tráfico pesado pueden aumentar la contaminación del aire y del agua, lo que afecta la calidad de vida de las personas y la biodiversidad.


Ante esta problemática, se necesitan acciones concretas para hacer frente al tráfico pesado en nuestro país, algunas de las cuales planteamos a continuación.


Una posible solución sería promover el trabajo a distancia, dando seguimiento a la implementación de la Ley de Teletrabajo aprobada por la Asamblea Legislativa en agosto de 2020, lo que permitiría que algunas empresas e instituciones puedan adaptar las tareas que lo permiten a una modalidad virtual, por lo cual sus empleados podrían trabajar desde casa en lugar de tener que viajar al trabajo todos los días (podría haber una combinación entre trabajo virtual y presencial durante la semana laboral).


Otra alternativa sería fomentar la creación de ciudades intermedias o polos de desarrollo al interior del país; para descongestionar el AMSS, San Miguel y Santa Ana, reduciendo de esta manera la necesidad de viajar largas distancias desde el interior del país para llegar al trabajo, el centro de estudios o las oficinas que prestan servicios específicos que actualmente solo se brindan en estos centros urbanos.


También se pueden implementar horarios escalonados, en los que las empresas y diferentes instituciones puedan establecer diferentes horarios de entrada y salida para sus empleados; lo cual debe ir en paralelo con los horarios de los centros de estudio, con el objetivo de distribuir el flujo de tráfico a lo largo del día.


Una tarea pendiente por décadas es la mejora del transporte público al interior de nuestras ciudades y entre los departamentos, lo que ha generado que muchas personas prefieran hacer el esfuerzo de invertir en la compra de un vehículo o motocicleta, para poder transportarse a raíz del mal servicio, maltrato e inseguridad que siempre se ha tenido en el transporte público.


La ampliación de calles y la construcción de pasos a desnivel son buenas medidas que han tomado los anteriores y el actual gobierno para contribuir a solucionar el problema del tráfico pesado. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que la infraestructura sólo puede aliviar temporalmente los problemas del tráfico pesado en el país, pues para que sea parte de una solución a largo plazo, se necesita ampliar el abanico de medidas a tomar, debido a las siguientes razones: (1) A medida que la población crezca y las condiciones actuales se mantengan, el parque vehicular continuará creciendo. Por lo tanto, aunque se amplíen las calles y se construyan pasos a desnivel, la demanda de transporte continuará aumentando y el tráfico seguirá siendo un problema; (2) La construcción de nuevas infraestructuras de transporte es costosa y puede tener un impacto negativo en el medio ambiente. Además, la construcción de nuevas carreteras y pasos a desnivel puede requerir la reubicación de comunidades, lo que puede ser traumático para las personas afectadas; (3) Es necesario adoptar un enfoque más amplio y considerar una variedad de opciones de movilidad humana, lo cual podría incluir sistemas de transporte público eficientes, como la apuesta del Tren del Pacífico; infraestructuras para bicicletas y peatones; y una planificación urbana inteligente; y (4) Cuando se construye nueva infraestructura vial, se produce un fenómeno conocido como "inducción del tráfico"; lo que implica que, en lugar de reducir la congestión del tráfico, la nueva infraestructura atrae más tráfico, lo que conduce a una congestión similar a la anterior, solo que en una ubicación diferente.


El aumento del parque vehicular y el tráfico pesado llevan a una mayor propensión a la ocurrencia de accidentes de tránsito, por lo que es importante apostar a la educación y concientización vial de la población para evitar la ocurrencia de accidentes. Los accidentes de tránsito son una de las principales causas de muerte en el país y pueden tener graves consecuencias tanto para las personas involucradas como para sus familias y la sociedad en general. La falta de educación y conciencia vial puede llevar a comportamientos imprudentes en las carreteras, como exceso de velocidad, conducción bajo los efectos del alcohol o el uso del teléfono móvil mientras se conduce, lo que aumenta el riesgo de accidentes. Por lo tanto, la educación y concientización vial pueden ayudar a promover una cultura de seguridad vial y enseñar a los conductores, peatones y ciclistas a ser más conscientes y responsables al usar las calles y carreteras, lo que puede contribuir a reducir el número de accidentes y salvar vidas.


Sumado a la educación y concientización vial, es necesario hacer cumplir la Ley de Tránsito vigente y tomar medidas drásticas contra los responsables de accidentes de tránsito, pues solo de esa manera se puede ir creando una cultura de conductores y conductoras responsables que puedan sortear los desafíos que implica el tráfico pesado y fomentar la movilidad sostenible y la convivencia pacífica entre los usuarios de las calles y carreteras, contribuyendo de esta manera a mejorar la calidad de vida en nuestras ciudades e impactar positivamente en el bienestar de la población.


Estar al volante es una responsabilidad importante, especialmente si estamos conduciendo con amigos y seres queridos. Al manejar, debemos ser responsables, estar siempre atentos a la carretera, respetar las señales de tránsito y mantener una actitud de buena convivencia con los demás conductores, para no convertirnos en parte del problema del tráfico pesado en nuestras calles y carreteras.


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