Cada 14 de marzo, conmemoramos el Día Nacional del Río Lempa, una arteria vital que atraviesa Guatemala, Honduras y El Salvador, conectando comunidades, sustentando ecosistemas y energizando nuestras economías. Sin embargo, este majestuoso río enfrenta amenazas que ponen en riesgo su existencia y, por ende, nuestro bienestar.
La contaminación es uno de los principales problemas que aquejan al Río Lempa. Estudios recientes revelan que el 71% de los ríos en la cuenca alta del Lempa presentan una calidad de agua clasificada como "regular", atribuida a actividades humanas e industriales en su entorno.
Además, se han detectado contaminantes orgánicos emergentes, incluyendo fármacos y pesticidas, en el río y en fuentes de agua potable de San Salvador, los cuales provienen de las aguas residuales domésticas, hospitales y fábricas sin tratamiento.
La erosión y la deforestación en la cuenca agravan la situación, disminuyendo la capacidad del río para sostener la biodiversidad y regular el clima. La gestión inadecuada de desechos sólidos y líquidos, junto con prácticas agrícolas insostenibles, contribuyen a la degradación de este recurso invaluable.
A pesar de estos desafíos, surgen iniciativas que nos brindan esperanza. La Red Trinacional para el Rescate del Río Lempa ha sido fundamental en la promoción de acciones conjuntas para la conservación y restauración del río. Este espacio, integrado actualmente por una importante cantidad de organizaciones locales, instituciones ambientalistas y gobiernos locales de El Salvador, Honduras y Guatemala; ha presentado un anteproyecto de ley para la protección de la cuenca hidrográfica del Lempa, buscando un marco jurídico que garantice su preservación.
Además, en octubre de 2024, El Salvador y Estados Unidos cerraron un acuerdo histórico de conversión de deuda por $1,000 millones, destinando $350 millones al Programa de Conservación y Restauración del Río Lempa durante los próximos 20 años. Este programa busca mitigar la contaminación, proteger la biodiversidad y promover prácticas agrícolas regenerativas en la cuenca del río.
El Río Lempa es más que un cuerpo de agua; es un símbolo de unidad, resiliencia y esperanza. Su futuro depende de nuestras acciones colectivas. Desde reducir el consumo de grandes cantidades de agua para riego, hasta participar en jornadas locales de limpieza, cada gesto cuenta. La participación activa de la ciudadanía es crucial para el éxito de las iniciativas en marcha.
El 14 de marzo, al conmemorar el Día Nacional del Río Lempa; reafirmemos nuestro compromiso con su protección. Unamos nuestras voces y esfuerzos en este esfuerzo trinacional para restaurar y salvaguardar este recurso vital. Porque al salvar al Lempa, estamos asegurando un futuro sostenible para las presentes y las generaciones venideras.
¡Rescatemos el Lempa!
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